La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando el páncreas no es capaz de producir insulina o cuando el páncreas no puede hacer un buen uso de la misma, y que afecta a millones de personas en todo el mundo. La fisioterapia es una disciplina de la salud que puede ser muy beneficiosa para las personas con diabetes, ya que puede ayudarles a controlar sus niveles de azúcar en sangre, mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.En primer lugar, es importante destacar que una buena actividad física y una dieta equilibrada son esenciales para prevenir o retrasar la diabetes.
Esto permite controlar el peso y los niveles de azúcar en la sangre.La fisioterapia también puede desempeñar un papel importante en la prevención y el tratamiento de la diabetes. El ejercicio terapéutico mejora la función muscular, ósea y cerebral, lo que aporta grandes beneficios al organismo y mejora la calidad de vida.Un fisioterapeuta puede ser más relevante que un tratamiento médico, ya que puede planificar un programa de ejercicios personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
Esto ayuda a mejorar la calidad y la esperanza de vida.Asimismo, la fisioterapia es crucial en el tratamiento de las complicaciones musculoesqueléticas que pueden surgir como resultado de la diabetes. La relación entre la fisioterapia y la diabetes es directa y comprenderla puede ser muy beneficioso para el cuerpo.La fisioterapia puede tratar diversas complicaciones de la diabetes, como el síndrome del túnel carpiano, la osteoartritis, los dolores de espalda, las amputaciones, las neuropatías, las enfermedades vasculares y el pie diabético.En particular, la fisioterapia puede ser útil en el tratamiento del dolor neuropático, que es una complicación común de la diabetes que se refiere al daño en los nervios del cuerpo, principalmente en las piernas y los pies.
El tratamiento dependerá de la fase de la neuropatía diabética en la que se encuentre el paciente, ya sea en la fase 0 sin indicios de neuropatía, la fase 1 con signos y síntomas incipientes, o la fase 2 con signos y síntomas más avanzados.