Con la Navidad a la vuelta de la esquina, se avecina un periodo en el que la actividad física y el deporte suelen disminuir. Esta parada suele ser obligada en muchos casos, ya que la dedicamos a pasar más tiempo con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo. Pero a raíz de estas reuniones no solo estamos haciendo un parón en nuestra rutina deportiva, sino que comemos y bebemos más de lo habitual. Esto, de no hacerse con moderación, puede ser una combinación explosiva para nuestro cuerpo y nuestra musculatura.
Sin embargo, es importante que entendamos las fechas navideñas no como un periodo de excesos calóricos, sino como una parada natural para el descanso de nuestro organismo e, incluso, necesaria para la recuperación de lesiones, sobrecargas y para nutrir nuestra faceta familiar y social. Es muy necesario cuidar nuestra parte física, pero también la emocional. Estar con familiares y amigos, reír, hacer planes diferentes a nuestra rutina nos hace oxigenarnos y adquirir fuerzas renovadas.
Descanso activo en Navidad
Como decimos, es esencial que veamos el lado bueno de estas fechas tan señaladas e intentemos aprovecharlas. No tiene por qué suprimirse la actividad física de golpe, sino que puede bajarse la intensidad de los entrenamientos, reducirse el tiempo invertido, recibir tratamiento de fisioterapia para disminuir tono muscular, eliminar molestias o tratar una lesión que no acaba de recuperarse, además de aprovechar para dormir y descansar mejor. Para no perder musculatura puede ser interesante hacer pequeñas rutinas de ejercicios genéricos de fuerza, y mantener hábitos saludables como introducir largos paseos en nuestro día a día.
Acudir a fisioterapia
Siempre es conveniente visitar al fisio, pero en Navidad cobra especial importancia. Recuperar esas lesiones que no se van, hacer una descarga, realizar una valoración funcional o, incluso, recibir un trabajo de relajación después de todo un año de desgaste son propuestas interesantes para estas semanas de parón. Puedes aprovechar estos días para que los profesionales te exploren y hagan una valoración de tu cuerpo. Así, podrán aconsejarte y ayudarte a alcanzar un estado óptimo de tu cuerpo para que, en la vuelta a los entrenamientos, el rendimiento sea mayor.