Septiembre es el mes de la vuelta a la rutina y el planteamiento de nuevos propósitos. Uno de ellos es recuperar la actividad deportiva de antes de las vacaciones o empezar a practicar cualquier disciplina desde cero. Sea cual sea el caso, antes de iniciar cualquier ejercicio físico después de un tiempo de parón, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos. Desde En Movimiento Fisioterapia te contamos cómo prevenir las lesiones y alcanzar un buen nivel de entrenamiento sin morir en el intento.
Entrenamientos suaves
El primer error que se suele cometer es el de entrenar a gran intensidad. Llegar fresco y descansado del verano, se junta con las ganas de recuperar el tono físico perdido durante las vacaciones. Sin embargo, es imprescindible moderar ese exceso de energía y realizar entrenamientos suaves a bajo ritmo las primeras semanas. Poco a poco puedes ir subiendo la intensidad, pero siempre de manera progresiva.
La importancia del calentamiento
Siempre es esencial preparar el cuerpo antes de realizar cualquier actividad física, pero más aún tras la vuelta de vacaciones. No puedes empezar a entrenar sin calentar antes. De no hacerlo, los músculos se resentirán y te acabarán provocando molestias que, de agravarse, pueden entorpecer tu rendimiento durante la pretemporada. Además, el cuerpo tiene memoria y, si has tenido lesiones antes, es fundamental no forzarte para evitar recaídas. No olvides tampoco el estiramiento, que ayudará a relajar tus músculos una vez finalizado el entrenamiento.
Acondicionamiento muscular
Otro de los puntos importantes de la pretemporada es el fortalecimiento de los músculos. La temporada es larga y habrá momentos en los que habrá sobrecargas de entrenamientos. Es por ello que es fundamental llegar con buena base muscular para resistirlo y evitar lesiones musculares y tendinosas.
Trabajar la técnica
Ya que hablamos de evitar lesiones en pretemporada, es recomendable aprovechar la tranquilidad de los entrenamientos suaves para trabajar la técnica. Es especialmente importante hacerlo durante las primeras semanas, ya que dispones de más tiempo y la exigencia es menor.
Propiocepción
El último aspecto a considerar a la hora de la puesta a punto es el denominado trabajo propioceptivo. Este consiste en una serie de técnicas para fortalecer los tejidos ligamentosos y mejorar los mecanismos de respuesta propios del cuerpo. Si lo que buscas es tener mejor respuesta incluso ante situaciones inesperadas, no hay nada como este tipo de entrenamiento.